La aparición del hombre en los Andes peruanos(10 000 - 5 000 a.C.)
Recientes investigaciones y descubrimientos han puesto en evidencia que las ocupaciones humanas en América del sur llegan a una antigüedad de 12,000 años a.C.. Para los Andes las ocupaciones territoriales se dieron entre los 10,000 y 5,000 a.C. y se habrían dado de manera simultánea con otras zonas geográficas de América del Sur (selva de Brasil, llanos venezolanos), a través de una oleada paralela de ocupación continental.
Tras miles de años de recorrido errante, las bandas (pequeños grupos de hombres) que por el 12,000 a.C. llegaron a estas tierras encontraron una flora y fauna muy diferente a la actual. Enormes animales como el megaterio (perezoso gigante), el tigre diente de sable, ciervos, caballos y mastodontes se convirtieron en el alimento principal de la nueva población andina. La caza de estos animales les permitió vivir en los Andes durante miles de años a pesar de que sus herramientas eran muy rudimentarias y elementales (toscas puntas de piedra, anzuelos de hueso y hachas de piedra). Hacia el 10,000 a.C. el territorio andino (peruano) ya había sido ocupado, principalmente las zonas comprendidas entre el Callejón de Huaylas y la cuenca del lago Titicaca en la sierra y entre Moquegua y Piura en la costa. En aquel tiempo, los desiertos costeños eran escasos, existían bosques húmedos llenos de fauna silvestre. La diversidad climática y biológica permitió al hombre arcaico recolectar los frutos que la naturaleza le ofrecía. Tal como afirman los investigadores, todos los miembros de la familia, incluidos los niños, participaban en la recolección de alimentos. Protegiéndose del clima o de los animales, los hombres de esta época habitaban en cuevas abandonadas hasta que el alimento en la zona se terminara. Una vez recolectados todos los alimentos posibles y tras haber cazado a los animales de la zona, procedía a trasladarse a otro sitio que les siga permitiendo la supervivencia. Durante este periodo arcaico los hombres andinos solo vivían de la caza y recolección, eran trashumantes y se albergaban temporalmente en cuevas y abrigos rocosos.